Piensa en los vecinos
- No todo el mundo está de vacaciones a la vez que tú, así que será mejor que evites los días entre semana y planees la fiesta para un viernes o un sábado.
- Avísales. Las noches de karaoke siempre acaban con bailes y alboroto, así que ofréceles una muestra de respeto colgando una pequeña nota en la entrada del edificio. O, incluso mejor, tócales al timbre y avísales de que vas a hacer una fiesta: además de quedar bien, puede que así añadas más gente a la lista. Cuantos más, mejor, ¿no?
Instalación del sistema
Una sesión de karaoke digna de ese nombre requiere que se cumplan ciertos requisitos en términos de hardware, de lo contrario no será más que unos «a cappella» y una hoja de papel ;-p Asegúrate de tachar todo lo siguiente de la lista:
- Una pantalla (televisor, ordenador, proyector, tablet o smartphone)
- Un sistema de sonido (home cinema, cadena hi-fi o altavoces de ordenador)
- Uno o varios micrófonos (a ser posible, sin cables)
- KaraFun y sus 62.000 canciones. El Pase Fiesta (2 días) es perfecto para hacer vibrar a los cantantes durante 48 horas (¿te habíamos dicho que solo cuesta 4,99 €?)
Haz espacio
Deja bastante espacio alrededor del sistema de sonido. No te haría mucha gracia que el florero de porcelana de la tía abuela Berta acabara hecho añicos en el suelo, así que asegúrate de dejar espacio suficiente para que tus invitados puedan improvisar la Macarena o YMCA.
Comida y bebida
Los invitados hambrientos son capaces de arruinar cualquier velada, ¡incluso una de karaoke! No olvides tener preparado algo de picar a mano, aunque deberías evitar estas cosas: comida picante, alimentos que irriten la garganta, los refrescos (pueden interferir en el curso de una canción a causa del reflujo) y los aperitivos aceitosos (siempre que tengas un mínimo aprecio a tu micrófono). ¡Y recuerda que es un hecho demostrado que los cócteles son valentía líquida y pueden ayudar a tus invitados a soltarse la melena!
Disfraces
Aunque no sea obligatorio, las fiestas temáticas pueden añadir cierto encanto a tu noche de karaoke. ¡Imagínate a Michael Jackson o a John Lennon paseándose por tu salón! Aquí tienes algunas ideas: los 80, disco, noche en el oeste, a rockear, artistas que empiecen por la letra «...», tropical, etc.
La lista de reproducción
Esto es probablemente lo más importante de todo. Deberías pensarte bien qué quieres poner en tu lista de reproducción:
- ¡No añadas tus canciones favoritas! Elige en su lugar éxitos que gusten a todo el mundo, que sean conocidos y que tus invitados puedan cantar juntos.
- Varía los estilos y los artistas para sorprender constantemente a tus invitados.
- Tú conoces bien a tus invitados y sabes lo que les gusta. Asegúrate de incluir algunos de sus temas preferidos para que todos se encuentren a gusto.
- ¡Sorpresa! Imagínate a tu amigo más machito cantando una canción de Britney Spears.
- Añade algunas canciones graciosas para que podáis reíros un rato.
- Controla los tiempos: no pongas varias baladas seguidas y, justo después, varios temas acelerados. Mezcla el orden para que la fiesta no decaiga.
Eventos
- Para romper el hielo y no dejar que los tímidos se queden arrinconados y los más atrevidos acaparen el micro, haz un sorteo. Mete papelitos con los nombres de los participantes en un cuenco y ten otro listo para las canciones.
- Empareja arbitrariamente a los invitados para que hagan nuevos amigos y se sientan más cómodos.
- Pon la guinda a la sesión con un premio al mejor cantante... o al peor, si tus invitados no temen reírse de sí mismos.
