Entrénate
Al igual que cualquier atleta, tendrás que entrenar mucho antes de estar preparado para enfrentarte al público. Deberás empezar a entrenar esos músculos (en tu caso, cuerdas vocales) para poder cantar con la perfecta entonación y precisión de los pájaros. Pero la solución es sencilla: entrena con karaoke.
Mantén las orejas levantadas
Cuando se desentona y se canta en un tono que no termina de ser agradable, a menudo es porque no sabemos identificar nosotros mismos el problema. Por lo tanto, es muy importante contar con la opinión de tus seres queridos. Sus críticas sinceras te ayudarán a conseguir tus metas y te ahorrarán ulteriores sentimientos de vergüenza y pena. Y, en el peor de los casos, no hay nada mejor que un buen repaso con un profesor de canto profesional.
No te estreses
¡No tires la toalla aún si no llegas a las notas más agudas! Hasta las voces más disonantes pueden moldearse y convertirse en algo excepcional. Piensa en ello: si Bob Dylan se hubiese dado por vencido, no habría llegado nunca donde llegó...
Encuentra tu propia voz
El tono de tu voz y tus gustos musicales deberían ser coherentes y establecerse en torno a un repertorio limitado. Eso no quiere decir que tienes que cantar Heavy Metal del mismo modo que cantas Jazz. ¡Al contrario! Son tus habilidades y limitaciones físicas las que definen tu estilo: por ejemplo, a menos que midas dos metros y peses cien kilos, es bastante improbable que llegues a ser un contratenor o un soprano.
Entrénate en un ambiente confortable
Un par de cosas que deberás recordar:
- Cuando estés empezando, canta en tu idioma materno, ya que así no te distraerás de tu objetivo intentando conseguir una pronunciación perfecta.
- No trates de imitar al dedillo al artista original, existen muy pocas probabilidades que seas capaz de hacerlo con exactitud. ¡Sé tú mismo y encuentra tu propia voz!
No te compliques
¡Tranquilízate! Los nervios y la tensión te impedirán proyectar bien el sonido.
- Concéntrate en la respiración. Las respiraciones abdominales cortas son ideales para practicar una canción. Asegúrate de que notas las aspiraciones y exhalaciones en los abdominales. También deberás relajar los hombros.
- Piensa en la verticalidad del sonido. La posición de tu cuerpo deberá ser tan recta como una columna sin que nada impida el paso.
- Piensa en una patata caliente: la parte móvil de tu paladar deberá elevarse para crear una cavidad resonante.
Grábate
Grábate con toda la frecuencia que puedas. No es necesario que inviertas en un estudio de alta tecnología, te bastará con un micrófono y un software de secuenciación (te recomendamos «Audacity», ¡y es gratis!) o incluso puedes usar tu smartphone. Tras la grabación, escúchate una y otra vez hasta que consigas detectar qué es lo que necesitas mejorar.