¡Una breve lección de historia! ¿Sabes cómo surgió el karaoke? ¿Quién lo inventó? ¿Cuándo y dónde?
¿Lo inventaría Ernie Fraze en los Estados Federados de Micronesia? ¿Marcel Duchamp en Singapur? ¿Isaac Singer en Tennessee?
¡Para nada! ¡Todo el mérito recae en un vendedor japonés de tortitas que se convirtió en empresario!
Pero antes de abordar sus orígenes japoneses, recordemos que el karaoke vio por primera vez la luz a finales de los años 50, cuando el presentador americano de televisión Mitch Miller, músico, cantante y productor, tuvo la brillante idea de realizar un programa de televisión interactivo: Sing along with Mitch (Canta con Mitch). Su orquesta en directo se encargaba de tocar canciones populares mientras las letras desfilaban a través de la pantalla con una pequeña bolita blanca que saltaba de una sílaba a otra por las palabras. Los espectadores americanos cantaban desde sus salas de estar gracias a un nuevo concepto cuyo parecido con la base del karaoke es innegable.
Volvamos a Japón. El karaoke debe su nombre a Daisuke Inoue y a su conversión en empresario musical. En 1969, el joven Inoue recibió la invitación de una empresa de seguros para actuar en su feria de muestras. Inoue no podía asistir, pero, para no perder el bolo, echó mano a sus conocimientos técnicos de aficionado e inventó una maquinita con la que cualquier persona podría cantar en vivo sobre una versión grabada de la canción. «Usé cintas de música y autorradio, una máquina expendedora de monedas y un pequeño amplificador, y lo junté todo para crear esta máquina de karaoke».
La palabra «karaoke» surge la combinación de los términos japoneses «kara» (vacío) y «okesutora» (orquesta), creando el concepto de «orquesta vacía».
La idea de Inoue se expandió a gran velocidad por todo el país y, a continuación, en el extranjero. No obstante, aunque fue reconocido como uno de los «Asiáticos más influyentes del siglo» por la revista Time, nunca llegó a beneficiarse económicamente de su invención, ya que jamás la patentó.
A pesar de no recibir ningún tipo de retribución financiera por su invención, Inoue recibió en 2004 un premio Nobel Ig (parodia del renombrado premio Nobel) como agradecimiento por su contribución en «hacer a la gente reír antes de pensar».
Sin embargo, existen disputas sobre la genuinidad de Inuoe como inventor original. Hay quien atribuye a Kisaburo Takagi, director de una de las primeras empresas que se dedicaron a la distribución de gramolas, la invención de la mezcla de un micrófono, 8 pistas y un magnetófono.
Los avances tecnológicos han ayudado a mejorar el primer sistema de karaoke que Inoue trajo al mundo. A partir de 1970, cuando las gramolas eran un éxito indiscutible y empezaban a comercializarse con sencillos instrumentales, aparecieron las minigramolas (pequeñas gramolas con micrófono).
En 1972, el grupo de entretenimiento Nippon Columbia añadió una revolucionaria tecnología que permitía eliminar las pistas de voz de las grabaciones, permitiendo así a los cantantes interpretar las canciones con su propio estilo.
Entre 1976 y 1977 el fenómeno del karaoke alcanzó nuevos hitos gracias a la producción en masa de material de karaoke por grandes compañías como Toshiba, Columbia y Polydor.
Es más, gracias a las cintas de vídeo que lanzó Pioneer en 1982 y a los discos compactos que lanzó Sony un tiempo después, el fenómeno del karaoke llegó a los hogares.
Pero la falta de insonorización de las casas obligó a los japoneses a mejorar el invento y, en 1986, empezaron a ofrecer «salas de karaoke», habitaciones improvisadas que con el tiempo han visto mejorado su equipamiento.
Las soluciones más profesionales no hicieron aparición hasta los años 90, cuando los «Centros de entretenimiento de karaoke» empezaron a ofrecer varias salas dentro de un mismo establecimiento con diferentes ambientes y temáticas.
En los años 2000, impulsada por el éxito de los concursos televisivos de talentos musicales y por la popularidad de los programas musicales (como Glee), la afición por el canto volvió a encontrar su camino hasta los hogares de todo el mundo.
Desde entonces, gracias a Internet y a plataformas como KaraFun, es posible encontrar miles de vídeos en línea para cantar karaoke con cualquier dispositivo y desde cualquier lugar del mundo.
