El KJ ha pronunciado tu nombre... ¡Ya te toca! Te sudan las manos, los focos te queman, el micrófono se te clava en la cara, subes al escenario a cantar tu tema favorito y... ¡nada! Ni un silbido, ni un graznido, ¡nada!
El miedo escénico ha podido contigo. Cuando creas que estás perdiendo la batalla contra tus nervios, acuérdate de estos cinco consejos para recuperar el control.
Respira
Está probado que el simple acto de respirar profundamente calma los nervios y acaba con las inquietudes.
Céntrate en la canción
Concéntrate en la canción, en tu respiración, en las palabras que se desplazan por la pantalla. Así te mantendrás centrado en el propio karaoke y no en el público o en la persona que está bailando al fondo, y tu mente no se distraerá ni vagará por donde no debería.
Rechaza ese chupito de coraje líquido
Se le llama coraje líquido con razón, pero, en el caso del karaoke, demasiado alcohol puede crear más tensión. Opta en su lugar por agua para mantener tu cuerpo hidratado, eso te ayudará a cantar mejor y a controlar la situación.
Canta acompañado
Si no te sientes muy seguro, cantar en un dúo o en grupo te permitirá apoyarte en los demás y sentirte más tranquilo.
Prepara la canción con anterioridad
Si conoces bien la canción y te sientes cómodo al cantarla, ¿por qué va a salirte mal? Si estás de los nervios, atenerse a lo conocido te ayudará a controlar la actuación sin problemas.