La primera regla de oro de las leyes extraoficiales del karaoke es: por respeto a los demás, ¡no cantarás con la boca llena! Por otro lado, ¡cantar tu cena no es para nada mala idea!
Cuando se combinan los placeres de la música y la comida, especialmente como parte de una fiesta de karaoke para la que has preparado una lista de invitados y a la que has puesto sal y pimienta con KaraFun, es esencial satisfacer tanto las barrigas de los invitados como sus oídos. Con eso presente, en el menú del día de KaraFun: un salpicado de sabores y platos principales aderezados con música festiva y acompañados de una exquisita selección de temas delicadamente dulces.
¡Ñam, ñam!
Antes de sacar los aperitivos que te has tirado más de tres horas preparando y que desaparecerán en cuestión de tres segundos, ayuda a tus invitados a ponerse a tono con estos sabrosos bocados musicales que cubrirán a la perfección los rugidos de cualquier estómago hambriento: «Yummy Yummy Yummy», una dulce canción pop de Ohio Express publicada en 1968 que se centra en el clásico matrimonio entre el amor y la comida («Tengo amor en mi barriga», canta Joey Levine). Continúa con «Hungry Eyes» de Eric Carmen (Dirty Dancing) y «Hungry Like The Wolf» de Duran Duran, por ejemplo.
La bebida
En el menú: los tradicionales cócteles (a consumir con moderación, claro está). Mientras te paseas por la sala sirviéndolos, pon un poco de Billy Joel con «Scenes From An Italian Restaurant», un clásico de 1977 en el que ofrece «una botella de vino tinto, una botella de vino blanco, dependiendo de tu apetito».
El entrante
¡Estimula las papilas gustativas y los oídos de tus invitados llevándotelos de viaje! Primera parada: el sur de EE. UU., con una receta especial de sabor parecido a las espinacas «Polk Salad Annie» interpretada por Elvis Presley. Siguiente parada: Latinoamérica. Ofrece unos nachos acompañados de salsa bien picante, bautizada como «Red Hot Salsa» como guiño a la canción de «Dave Sheriff» o incluso ofrece un tributo a los rockeros californianos «Red Hot Chili Peppers». Su canción «Can’t Stop» es perfecta para la ocasión, ya que no podrán parar con los nachos tras el primer bocado.
El plato principal
Olvídate de contar calorías y dedícate a disfrutar de estos temas. Empieza con la «Pizza Song» y continúa el menú del día con «Pork And Beans» de Weezer's. Probablemente tus invitados estén ya llenos, pero según Weird Al Yankovic en «Eat It», su desternillante reinterpretación del tema «Beat It» de Michael Jackson's, siempre deberías «Como más pollo y más pastel, da igual que esté frito o hervido, simplemente ¡cómetelo!».
El postre
Pon la guinda final a la cena con un bufé de canciones golosas. Los amantes de los helados disfrutarán con «Ice Cream» de Sarah McLachlan. Para los invitados que estén cuidando su figura, un poco de fruta para un fin de velada ligero con «Strawberry Fields Forever» de The Beatles o cualquier canción de los Cranberries. Los que duden entre el helado y un postre saludable pueden combinar las dos opciones con «Banana Split» de Lio. También habrá quien prefiera un poco de «Peaches and Cream», cantada por 112, o de la tradicional «American Pie» de Don McLean.
El café
Nada como un buen café para digerir todo esa comilona mientras escucháis al célebre cantante francés Serge Gainsbourg en «Couleur Café». Esta noche has brillado como anfitrión y has conseguido llenar los estómagos de los invitados con buena comida, buena compañía y buena música. Queda bien claro cuando un invitado alarga su brazo con el café en la mano mientras suena la canción «Pour Some Sugar On Me» de Def Leppard's.
El desayuno
Con un sentido de la hospitalidad inigualable, ofreces a los invitados quedarse a pasar la noche tras el largo festín de manjares y música. Por la mañana, endulza el cálido aroma del pan recién horneado con el sonido de «Breakfast In America» de Supertramp, por ejemplo.