Igual que algunas canciones deleitan el oído, otras deleitan la vista y se convierten en clásicos no por la música, sino por sus ilustres bailes.
A veces se trata de un paso de baile innovador, otras veces de una gesticulación salvaje que hace que el baile se haga más conocido que la canción. Sea por la razón que sea, aquí tienes siete canciones con famosos pasos de baile que han pasado a la posteridad.
Mashed Potato Time - Dee Dee Sharp (1962)
Dee Dee Sharp fue la primera que hizo referencia a este baile en 1962 y obtuvo una gran éxito a resultas del twist popularizado justo el año anterior por Chubby Checker y su «Let's Twist Again». Para bailarlo se requiere una gran flexibilidad en los tobillos, ya que serán puestos a prueba con continuos giros al ritmo de la música que resultan básicos para ejecutar este baile con gracia y sin hacer el ridículo.
Lambada - Kaoma (1989)
Durante el verano del 1989, el mundo cayó rendido ante la «Lambada» de Kaoma y el baile que la acompañaba. Esta particular danza evocaba el sol y transmitía una sensualidad sofocante gracias al contacto de los cuerpos y a los sugestivos movimientos de cadera. A pesar de toda esa sensualidad «adulta», fueron Chico y Roberta los intérpretes del baile (el primero se convirtió en sacerdote protestante y la segunda en veterinaria).
Macarena - Los Del Rio (1995)
El éxito mundial de 1995 «Mararena» de Los Del Rio debe su coreografía a la bailarina Mia Frye. Su popularidad se disparó con rapidez gracias a la sencillez de sus pasos. Todo lo que tienes que hacer es mover la pelvis más o menos al ritmo y extender los brazos, elevar las manos hasta los hombros, colocarlas en la nuca, luego en las caderas y, por último, sobre las nalgas mientras trazas un movimiento circular antes de dar un pequeño salto y repetir la secuencia hasta el infinito.
Gangnam Style - PSY (2012)
El cantante coreano PSY, genio del absurdo, consiguió implantar no solo su canción en todo el mundo, sino también la coreografía que la acompaña. Los movimientos del baile estaban originalmente pensados para imitar animales como el panda o el canguro, pero el cantante se dio cuenta en seguida de que el caballo le permitiría realizar pasos más fluidos y divertidos. No tienes más que galopar en tu sitio, sujetando con firmeza las riendas de tu corcel imaginario pero fiel, girarte, lanzar un lazo y, por último, galopar en lateral. Esta coreografía es dramáticamente efectiva y dio origen a eventos flashmob durante meses tras su lanzamiento internacional.
Y.M.C.A. - Village People (1978)
La parte más difícil de la coreografía de «Y.M.C.A.», el baile disco inventado por los Village People, es reunir a un indio, un policía, un soldado, un vaquero, un obrero y un motero y pedirles que se muevan como controladores aéreos en una pista de aterrizaje. La canción hace referencia a la Young Men's Christian Association, un movimiento juvenil cristiano para hombres que existió hasta finales de los años 70, y se convirtió en emblema de la cultura gay, de donde emergió el grupo.
Asereje (The Ketchup Song) - Las Ketchup (2003)
El tema «Asereje (The Ketchup Song)», éxito internacional del verano del 2003, debe su efectividad tanto a su melodía en modo «taladro» como a la simplicidad infantil de su coreografía. Una vez estudiados detenidamente los cuatro movimientos principales, pueden recrearlos bailarines de 7 a 77 años de edad. Lo más gracioso es que a pesar poder marcarse los pasos en la pista de baile, el público en general no era capaz de canturrear la letra de esta canción que alcanzó el número uno en 26 países.
Duck Dance - J.J. Lionel (1980)
La canción de fiesta por excelencia «The Dance of the Ducks» fue un éxito masivo en Europa en 1983 y vendió más de 2,5 millones de copias. Sin embargo, esta pieza, compuesta por el acordeonista suizo Werner Thomas, data de 1957 y se ha adaptado a docenas de idiomas. M.ª Jesús y Su Acordeón se encargó de la versión española publicando «El baile de los patitos» en 1985. La gran popularidad de las versiones de J.J. Lionel y M.ª Jesús y Su Acordeón se debe principalmente a su espíritu festivo, transmitido a la perfección por una coreografía infantil y movimientos de manos sencillos, acompañados por la agitación vigorosa del trasero y las piernas. Y eso que cuando lo piensas, seguro que no has visto nunca a un pato con manos, brazos y piernas.
