El karaoke siempre ha sido una actividad de las noches de los viernes, una forma de airearse después del trabajo y pasar un buen rato con compañeros, amigos y familiares... o incluso con el desconocido que tienes al lado. Pero, a pesar de su popularidad actual, el karaoke no siempre ha estado tan de moda (aunque cantar solo nunca ha dejado de estarlo).
Echemos un vistazo a las tendencias del karaoke a lo largo de la historia.
¿Ha sido siempre así?
En los años 90, el karaoke estaba injustamente asociado a la imagen del típico borracho sentimental cantando solo. Fue una moda pasajera que acabó relacionándose con la emoción del bingo de los domingos, las noches de té y juegos de mesa, las veladas entre señoras del club de ganchillo (¡una tendencia que poco a poco está recuperando su popularidad!). El karaoke se convirtió en sinónimo de canciones malas, mal gusto y lugares horribles.
Su presencia en la televisión, como en el programa Say What? Karaoke de la MTV, solo consiguió pronunciar su estereotipo de cursilería. Poco progreso se había hecho desde la primera aparición del concepto en la televisión a finales de los años 50 cuando Mitch Miller, un músico y enigmático productor, tuvo la idea de añadir una pequeña bolita blanca que saltaba por las sílabas a la letra que se visualizaba mientras un grupo en directo hacía sonar la música. Esto sucedió mucho antes de que el vendedor de tortitas japonés Daisuke Inoue aprovechara la idea en 1969 e inventara la máquina que democratizó el karaoke. Inoue, que bautizó su invento con el nombre de «karaoke» («orquesta vacía», según su significado literal), permanecerá vinculado a esta actividad por siempre jamás. Descubre la historia del karaoke.
El punto de inflexión
Aunque no se puede reducir solo a esto, el salto de un extremo al otro en la escala de popularidad podría rastrearse hasta la aparición del karaoke en películas como Lost in Translation, con estrellas como Bill Murray y la glamurosa Scarlett Johansson. Esta película, que recibió una lluvia de galardones en 2004, y otras similares pueden haber participado en la popularidad del karaoke. Probablemente, lo que más ayudó fue la selección de canciones: Brass in Pocket de The Pretenders y (What's So Funny 'Bout) Peace, Love, and Understanding de Elvis Costello. Sirvió para demostrar que no es necesario cantar siempre I Will Always Love You y Don't Stop Believing en los karaokes.
Si el cine influyó en la reaparición del karaoke, este le está devolviendo el favor. Por ejemplo, el famoso musical aclamado por la crítica La La Land se publicó... ¡en versión karaoke! Y no fue por pura casualidad: ¡en Inglaterra cada vez más gente acude a estas sesiones de cine y karaoke!
De Adele a Axl
Mientras tanto, desde principios de los años 2000, las salas de karaoke y otros bares de karaoke han invadido las grandes ciudades de todo el mundo. Los lugares más famosos son: Lucky Voice en Inglaterra KaraFun Bar (el más grande de Europa) en Francia, Blind Dragon en los EE. UU., etc. Aunque el mundo occidental aún no se acerca a la densidad de Japón (con más de 100 000 salas de karaoke), su popularidad está de nuevo en alza.
Otra prueba de la locura por el karaoke: todas las grandes estrellas de la música están deseando participar en el programa Carpool Karaoke, presentado por James Corden. De Adele a Paul McCartney, Justin Bieber e incluso Elton John, ¡todos disfrutan cantando sus propias canciones a pleno pulmón! ¡A los famosos les gusta el karaoke tanto como a nosotros!